viernes, 15 de julio de 2011

En defensa de la Ñ. By JC

EN DEFENSA DE LA EÑE

¡Quien hubiera pensado que a mi edad, que no es mucha,
me sintiera llamado a librar esta lucha!
Y no es que su bandera de algún modo desdeñe
más me resulta extraño batirme por la eñe,
la que expresa un sonido que está en más de un idioma,
y con un solo signo, solo en el nuestro se asoma.
Hoy, por no figurar en no sé que teclados
hay quien quiere dejarla para siempre de lado.
Por impulso que tengan, por mucho que se empeñen,
hemos de defender el honor de la eñe,
hemos de levantar como un signo señero,
como un paño de guerra, la ene con sombrero.
Ella da su inflexión al sueño y al regaño,
añora tiempos idos, nos augura un buen año,
se insinúa en un guiño, pastorea un rebaño,
se ofrece en la caña sobre un límpido estaño.
Enseña cosas buenas y desentraña errores,
para que otros aprendan a vivir cual señores,
está en las castañuelas y en los gallos de riña
y entre tres carabelas, aparece en la Niña.
América ofrece su pitanza de chuño,
y una larga morriña del lejano terruño.
La enciende una marquesa en múltiples arañas
y una andaluza grita eñe de mil entrañas.
La encuentra quien trabaja en la viña del Señor
y en el vino que siempre, si se añeja es mejor.
No hemos de renunciar aunque sea pequeño
al signo se hace al hombre, de sí sereno dueño,
que distingue la mano del agresivo puño,
y que pone en los metales la nobleza del cuño.
Solo renunciaría si con el engaño
se borrara del mundo con su corte de daño.
Mientras tanto iré por Castilla y Logroño
diciendo sin ambages,¡Viva la eñe, COÑO !!!
No me importa el desdén que muestre Cataluña
por esta noble causa, y si ella refunfuña
reivindicando acaso su anticuada grafía,
Seguiré mi campaña en buena compañía.
Bregaré sin desmayo, con sincero fervor,
por la letra que ocupa el centro del Señor,
defenderé con saña sus fueros hoy jaqueados
y si juntos peleamos como buenos soldados
la técnica insolente, con su pérfida maña
no ha de borrar la eñe de la palabra ESPAÑA.

Totalmente adherido, Javier Castaño